
Autor de la Obra: Roland Goeschl
1era Bienal Internacional de Escultura al Aire Libre, 1969
Canelones (Parque Roosevelt), Uruguay
Técnica: Hormigón pintado.
SOBRE LA BIENAL INTERNACIONAL DE ESCULTURAS AL AIRE LIBRE.
Extraído de texto de Ángel Kalenberg para el Catálogo publicado en ocasión del Centenario del MNAV. 2011.
Mientras avanzaban las obras de remodelación, el Museo Nacional de Artes Visuales MNAV se ocupó de un modo decisivo de la realización de la 1a Bienal Internacional de Esculturas al Aire Libre, en el Parque Roosevelt (fines de 1969), que contó con relevantes escultores del escenario artístico europeo y latinoamericano: Nicolas Schöffer (húngaro radicado en Francia, un adelantado del arte digital), Roland Goeschl (austríaco), Wladislaw Hasior (polaco), Menashe Kadishman (israelí), Milan Dobes (eslovaco), Gyula Kosice (argentino), Lautaro Labbé (chileno), Laura Márquez (paraguaya), Amalia Nieto, Manuel Pailós y Salustiano Pintos (Uruguay).
Se les suministraron los materiales solicitados para sus proyectos escultóricos, el herramental apropiado, personal idóneo de apoyo, y una estadía de dos semanas en Montevideo. Un jurado internacional (Edward F. Fry —curador del Guggenheim Museum de Nueva York—, Yona Fischer —curador del Israel Museum de Jerusalén—, y el crítico francés Pierre Restany) discerniría la premiación1. La bienal mereció una importante cobertura en la prensa especializada nacional y extranjera.
El comienzo fue más que auspicioso. Pero por razones que todos en Uruguay conocen, la Bienal no pasó de la primera edición. La idea subyacente: de haberse continuado con un ritmo bianual, en un plazo razonable el país habría contado con un parque internacional de esculturas de los más significativos escultores contemporáneos, inalcanzable de otro modo. Fue una espléndida quijotada.
1 En este caso el jurado no tuvo mucho trabajo ya que los artistas plantearon que el premio único de 3000 dólares fuera repartido entre todos los participantes.
SOBRE ROLAND GOESCHL
Roland Goeschl nació en Salzburgo (Austria) en 1932. Fue pintor, escultor y ejerció la docencia como historiador del arte. Ganó fama internacional por sus esculturas en colores rojo, amarillo y azul, que se han convertido en características suyas. Es un destacado representante de la vanguardia austriaca después de 1945, cuya obra se caracteriza por la exploración de la geometría y el uso del color en sus composiciones artísticas. Es conocido por su enfoque único en el uso de formas abstractas y colores primarios para crear obras que exploran la relación entre la estructura, el espacio y la percepción visual.
A lo largo de su carrera, Roland Goeschl ha sido una figura fundamental dentro de los movimientos de arte geométrico y abstracto, y su influencia sigue siendo relevante en la escena artística contemporánea. Sus obras se encuentran en varias colecciones importantes y se mostraron en numerosas exposiciones internacionales. Participó en la documenta III de 1964 y en la 4ª documenta de Kassel, Alemania, en 1968.
En 1972 obtuvo una plaza de profesor titular en el Instituto de Arte y Diseño de la Universidad Politécnica de Viena. En 1975 recibió el Premio de Artes Plásticas de la Ciudad de Viena.
Roland Goeschl vivió y trabajó en Viena, donde falleció en 2016.
SOBRE LA OBRA: CAMINO DE COLORES (FARBWEG)
Extraído de la Tesina: Roland Goeschl y la vanguardia vienesa de los años 60 y 70. Autor Susanne Rick - Licenciada en Filosofía - Viena, octubre de 2007.
Un camino rojo atraviesa una puerta de color. Esta puerta consiste en una escultura de hormigón de dos partes: las superficies superiores de los dos polígonos de casi cuatro metros de altura descienden en diagonal hacia el espectador. Las superficies exteriores son lisas, las paredes interiores están estructuradas por salientes y entrantes dentadas. El amarillo está reservado para las zonas exteriores, mientras que para las superficies interiores se utilizó el rojo y el azul. La estrechez claustrofóbica de su conocida obra: “callejón sin salida” ha dado paso a la apertura de una situación de pasaje en “Camino de colores”.
El visitante puede caminar y mirar a través de las paredes de colores. Aunque la puerta de color, construida a partir de elementos geométricos y estructurada con colores primarios, contrasta fuertemente con la naturaleza que la rodea, la abertura más grande permite al espectador tener una conexión con el espacio circundante.
Como en los trabajos posteriores de Goeschl, la marcada polarización entre la naturaleza y los elementos artificiales provoca una reflexión sobre las intervenciones en el medio ambiente. El entorno del “camino de color” está incluido en la obra.
Según Goeschl, lo que le fascinó de este proyecto fue la idea de un cambio medioambiental en un espacio de acceso público. Para Goeschl, colocar objetos en relación o en contraste con el espacio que los rodea y, por lo tanto, provocar un cambio o alienación era una expansión de las posibilidades de la escultura.
Goeschl vio el cambio ambiental como una oportunidad a través de la reestructuración del espacio en todas las áreas para tener un impacto positivo en la vida humana.
SOBRE LA RESTAURACIÓN
La obra fue restaurada en 2024 luego de décadas de abandono y sucesivas intervenciones en su superficie para llevarla a su estado original, fiel a cómo fue diseñada por el autor en 1969.
La restauración fue impulsada por la dirección del Parque Roosevelte inaugurada el lunes 23 de diciembre